El pergamino se deshizo en mis manos
convirtiendose en ceniza.
Siete mares crucé, siete montañas
y en la ultima hallé la cueva del misterio.
De las gaviotas y los peces comida,
resulto el guardián de la guarida.
…Latia lentamente el corazon sin ti…
Las brujas y los magos y las profecias
los caballos blancos poseedores de un cuerno
los dragones rojos que abrazan con fuego
desearon el silencio
oyendo latir de nuevo
el destino, el corazón del tiempo.
voces dentro de voces
garganta y dinamita.
ya solo un rastro de humo
en vuestra boca grita
la lluvia desgarrando
colores de las voces
que ocurrio que ni los viejos
espejos recuerdan ya quienes fuisteis
borrarhuellas se llamaba el animal
enjaulado en su cristal
gritando como un poseido
no grites la llamada de la suerte
esta en tu vientre boca de mujer
siempre ramificada lengua
cadernos/cuadernos
24 diciembre 2009
Animales revolviéndose
En la orilla
Los nidos de hormigas
Destrullendo semillas.
Por debajo de la tierra
Deshaciendo lamentos
Llora una niña.
Ha perdido su vaina
De guisantes verdes,
Que rodaron redondos
Hasta acabar la calle
La razon de su llanto
Fue perder la comida.
Siete viejas hurañas
Aguardan tras la puerta
Trece corazones laten, lejos
buscan una lagrima negra
La luna caminando
Se oculta tras los pájaros
¡cuidado, debajo de su inocencia
el puñal oculta…traidora!
Teresa Irisarri, Arte Gallego 