10 diciembre 2013
Parece que todas las fuerzas cósmicas
se empeñan en acabar con tu racionalismo absurdo.
Mientras la magia penetra en tus venas
con el liquido color de la pasión, los días
transcurren grises y vacíos entre el ruido de los coches.
Te empeñas en acabar a golpes con la telequinesia
pero yo me transporto con la mente
a un jardín extraño donde dentro del sueño
te invito a observar el pez-comadreja-rata
ocultándose de un salto en su madriguera.
Ondas musicales me transportan a otros lugares
Esperando que termine esta historia interminable
de dormir abrazada a esta paranoya en la que te imagino.