La muerte, espíritu maligno,
y su ejército de
dragones del infierno,
se detuvieron sin voz
al ser testigos de
la despedida
entre el cormorán del mar
y el último sol del invierno…
La muerte, dando besos de sucio veneno,
sus manos de humo reduciendo el tiempo,
Monstruo obscuro
que todo lo deshace y hace desaparecer
Sabes bien que al final lograrás vencer,
pero no hallarás victoria,
Cuando muera la vida tu morirás también.
Absurda soledad siento,
luego ilusión de un amor idealizado
no correspondido, que
estalla finalmente en el delirio,
y despues de un tiempo de tormento,
se diluye en la resaca del error y del lamento.
Existir sin ninguna razón
Morir es soñar eternamente,
Las drogas son solo fantasías.
Yo me quedo en la playa
con el mar
que no cambia, no te miente,
no disimula, es transparente.
Teresa Irisarri, Arte Gallego 