Un individuo diferente o extraño,
cuando le arrojan piedras,
las convierte en dolor y en aislamiento,
Así pasa su vida, en la soledad de su infierno.
Pero en realidad todos somos iguales
aunque eso suponga un fracaso del ego.
Somos como el sabio filósofo, como el viejo
que bebe en su esquina. Destinados
por nuestra experiencia y nuestra educación
no por nuestro cerebro.