Dedicado a Marta
14 mayo 2017
Fuimos a un restaurante oriental, en un gueto chino de Madrid
Pedimos el plato estrella, y nos trajeron pez-dragón,
Yo comí el ojo de su mente. Que me perdone el ojo
de lagarto de la serpiente.
En aquel día confluyeron
las vidas de todos los que estuvimos allí.
Algo mágico ocurrió, sueños extraños,
decisiones importantes, sentimientos de dolor…
ante todo lo que nos estaba ocurriendo…
Y darnos cuenta de que la vida iba pasando…
y el poderoso espíritu de la muerte
comenzaba a acercarse a nuestras vidas, implacable,
para confirmarnos que nada tenía sentido…
que la vida era una fantasía solamente.
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Posted by teresairisarrivazquez