Ojalá fuese un superhéroe,
y bajase de la noche estrellada
para venir a verte, para abrazarte con calma.
Pero vuelve de nuevo la realidad maldita,
enojada conmigo, por haber imaginado,
que me habías querido.
Todos los seres fueron tan cobardes,
nadie quiso habitar un castillo en el aire.